La vida londinense de los Próceres de la Independencia
Aunque me queda ya quizás un poco lejos, no recuerdo haber estudiado en la escuela muchas de las andanzas de “nuestros próceres”. Y ahora, andando y andando, parece que todo el mundo ha pasado por Londres; y si pasaste por aquí y tu vida ha dejado algo para la posteridad, te recordarán con una placa conmemorativa en el frente de la casa que hayas habitado. Así encontramos, sobre todo, casas en las que vivieron o murieron, o ambas cosas, escritores, pintores, políticos, y un largo etcétera.
Y andando y andando, decía, un día leí: Francisco de Miranda, Precursor of Latin American Independence lived here 1802 – 1810. Es decir, “Aquí vivió Francisco de Miranda, Precursor de la Independencia de Venezuela”.
Y claro, sólo entonces descubrí que “El Precursor de la Independencia”, aquél que todo venezolano recuerda en una de sus últimas fotos en la cárcel de La Carraca (Cádiz), vivió en Londres durante ocho años, tenía aquí su casa y su familia (mujer y dos hijos) y esta casa era, además, según sus palabras, “el lugar-base para la independencia y libertades del continente latinoamericano”. Fue en el número 58 de Grafton Way donde Miranda recibió a otros dos personajes que marcaron la historia de Latinoamérica, Simón Bolívar y Andrés Bello. Ellos fueron los dos primeros diplomáticos enviados desde los nuevos Estados para conseguir el reconocimiento británico. Miranda los incitó entonces a pensar en términos continentales. “Nuestra causa –les dijo– tiene en este país innumerables amigos; y es imposible no tenerlos donde la razón y la justicia tienen seguidores. Nosotros estamos comprometidos en presencia del Universo, y no podemos, sin descrédito, desviarnos del glorioso camino que hemos trazado para América”.
Miranda dejó Londres en 1810 para ayudar a consolidar la Primera República de Venezuela. Fue capturado por las autoridades españolas y enviado a la prisión de La Carraca, donde murió, en 1816, lejos de su casa y de su familia.
En 1978, el entonces presidente venezolano, Carlos Andrés Pérez –años después encarcelado por corrupción, pero esa es otra historia– adquirió la propiedad en nombre del Estado junto a otras casas adyacentes. El número 52 aloja a personal de la embajada. El número 54, Carabobo, es la oficina militar, el número 56, que lleva el nombre de Andrés Bello (personaje que también vivió en Londres durante 19 años), es la sede del Consulado y el 58, Miranda House, es la oficina cultural de la Embajada y sede de la biblioteca. Además, tras estas casas se ha construido el Bolívar Hall un auditorio y centro cultural que alberga exposiciones, conferencias y distintos eventos culturales que acercan la idiosincrasia latinoamericana al público londinense.
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